¿CÓMO CONSEGUIR QUE RESCATEN A TU PAIS?
Cuando los populares llegaron al poder, la prima riesgo española estaba casi 100 puntos por debajo de la italiana, en el entorno de los 400 puntos básicos. Hoy, 5 meses después, nuestra prima de riesgo supera a la italiana en más de 70 puntos, y está en el entorno de los 500. ¿Qué se ha hecho mal para que nuestra economía entre en barrena, supere durante más de 10 días los 500 puntos y Europa nos fuerce a aceptar un rescate “dulce”?
En la oposición, el Partido Popular, instalado en frases sencillas, no se cansó de hostigar al gobierno y a los votantes con mensajes unidireccionales: “El señor Zapatero es nuestra “prima de riesgo”,
“el Gobierno de España no ofrece ninguna credibilidad a los mercados”, “cuando lleguemos nosotros, España recuperará la confianza y el prestigio perdidos”... etc. No sabemos en qué medida estos mensajes socavaron la confianza de los inversores en nuestro país: la prensa internacional, de todo signo político, no se cansó de acusar de falta de responsabilidad y de sentido de estado a nuestra derecha, una derecha claramente antipatriótica (ya en mayor de 2010, cuando España estuvo al borde de la intervención, Cristóbal Montoro presionó a distintos partidos políticos –entre ellos a Coalición Canaria, cuya portavoz hizo públicas estas presiones recientemente- para que no apoyaran las medidas del gobierno socialista, aunque eso supusiera una quiebra del Estado Español: “Deja que se hunda España –decía Montoro- que ya la levantaremos nosotros”.
Tras las elecciones del 20N, con la victoria por mayoría absoluta del PP, cabía esperar un cambio de estrategia informativa en lo que a la credibilidad del Reino de España y sus finanzas se refiere. Pero, desde una ignorancia supina, o desde una infame y rocosa defensa de los intereses de las oligarquías empresariales y banqueras españolas, los portavoces del PP continuaron con su “campaña de desprestigio” de España: a las pocas semanas, acusaron al gobierno saliente de haber falseado las cuentas, y encontrar un déficit superior al declarado (déficit proveniente, en su mayor parte, de las comunidades autónomas, en su mayoría gobernadas por el PP, y por la desviación a la baja de los ingresos del último trimestre). Continuaron advirtiendo de que España se hallaba en una situación catastrófica, al borde del abismo, que nadie esperase trabajo a corto y medio plazo, y que todos comprendieran las duras reformas que iban a tener que emprender. Prosiguieron ahondando en este catastrofismo “heredado” del anterior gobierno, para justificar todo tipo de medidas antisociales, y terminaron de rematar la faena con la gestión de Bankia, según múlples fuentes europeas, “la peor gestión posible de una crisis bancaria”. Y para colmo, en su afán por echar balones fuera y no asumir responsabilidades, acabaron con el prestigio del Banco de España, el órgano que se supone que debe supervisar nuestros bancos y cajas... De todos es sabido que los últimos responsables de la mala gestión de un banco, son los propios gestores, y que el peso de la responsabilidad del ex-presidente del banco de España siempre debe ser de menor. Pero al margen de esta consideración, lo del todo impresentable –y sin duda el factor último que ha desencadenado la crisis de deuda soberana- ha sido esa infame gestión de la crisis de Bankia con el subsiguiente desprestigio del Banco de España. No es de extrañar que Europa hay pedido a dos auditoras externas que clarifiquen la situación de los bancos y del sistema financiero español.
Con una prima de riesgo subiendo in crescendo, y con un Euro amenazado, amenazando a su vez, con su caída, a todas las economías, no solo de la zona euro, sino del conjunto de países más desarrollados, el G-7 mantuvo una videoconferencia el sábado por la tarde y, a raíz de ella, se presionó al gobierno de España para aceptase un rescate, rescate “dulce”, eso sí, porque, en principio, el dinero que se presta (previsiblemente a menor interés que el facilitado a griegos, irlandeses y portugueses), solo se prestará a los bancos, para su saneamiento, y no se exigirá a España medidas concretas que afecten a la población. En un principio. Solo en un principio. Porque el último garante de que España devuelva ese préstamo y sus intereses es el FROB (Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria), que depende en última estancia del estado). Dicho en poco: si los bancos logran salir por sí solos de su atolladero (malvendiendo, por ejemplo, sus activos tóxicos, cerrando entidades o fusionándolas entre sí), podemos darnos por satisfechos: los españoles no tendremos que dar un solo euro. Pero... ¿y si los bancos no logran salir del atolladero?. Entonces el último signatario de ese préstamo será el Estado español, y el gobierno se verá obligado a tomar las medidas que hagan falta para devolver el préstamo y los intereses adeudados (por ejemplo, subiendo el IVA, rebajando el salario de los funcionarios, creando nuevas figuras impositivas...).
Ahora estamos en manos de los mercados: fondos de inversión de pequeños y grandes ahorradores de miles de bancos del mundo, tienen que decidir si España es un país más solvente y seguro de lo que era antes del rescate... Si nos fijamos en los países hasta ahora rescatados por la troika (formada por el FMI, el BCE y la UE), no les parece ir muy bien, sobre todo en el caso griego). Cierto es que nuestro rescate afecta solo a la banca, y no a nuestra deuda soberana, y que los intereses que debemos pagar, aunque aún no están fijados, se supone que serán menores (o así ha repetido hasta la saciedad nuestro gobierno, sin que haya habido una confirmación por parte de la troika, como tampoco la hay sobre el montante total que nos será prestado).
¿Y cómo han reaccionado los mercados de deuda el primer lunes, tras el rescate?. Al igual que los casos de los otros países, nuestra prima de riesgo está bajando, y nuestra bolsa subiendo. Pero, ¿cómo reaccionarán mañana?, ¿en verdad Europa está segura de haber encontrado la solución definitiva para su crisis del Euro? Eso no lo sabe nadie. Por ahora sabemos que la prima de riesgo Griega, portuguesa e Irlandesa, no ha dejado de crecer, si bien es verdad que nuestro rescate puede ser visto por los mercados como “otro tipo de rescate”. Eso dependerá de lo que opinen miles de brokers a lo largo y ancho del mundo, a lo largo de las semanas y los meses... Lo que parece claro es que, si esta inyección de dinero no contribuye a que fluya el crédito a empresas y familias, España seguirá, cada vez en mayor medida, en recesión, los mercados nos verán débiles y no nos darán su apoyo, no podremos entonces financiarnos con normalidad, y seguirá aumentando el paro, seguiremos teniendo menos ingresos, los mercados no compraran bonos españoles, y la espiral de empobrecimiento continuará hasta que nuevas políticas de estímulo al desarrollo, nos saquen de esta “trampa de déficit”, que tan bien conocen los japones, los premios Nóbel de economía, y los países subdesarrollados que ahora, afortunadamente, se encuentran en vías de desarrollo (países que, como Brasil e India, tuvieron que enviar al infierno las nefastas recomendaciones del FMI, para empezar a crecer).
En unos meses tendremos la repuesta. Veremos si “España va bien”...
AMANDA ADAMS
No hay comentarios:
Publicar un comentario