GUARDIOLA con las PECOROIDES

Tan bello que nos resultabas cuando jugabas en el Barca en nuestros años mozos y mira, la edad no perdona.

Tu belleza sigue intacta porque es obvio que quién tuvo retuvo, excepto por el pequeñillo detalle casi sin importancia de tu pelo, al que no has logrado retener sobre tu testa.

Y digo yo: Por qué no te rapas que ahora está muy de moda y quedarias bellezón, bellezón?

Y diras tú: Porque no me sale de los huevos!

Y volveré decir yo: Ummm que hombre. Además de bello tiene carácter sin complejos y seguro de si mismo.

Y dirá Feliu: La ovo tiene razón, estarías mejor rapado que viéndosete el cartón.

Y tú diras de nuevo: Calla morena que hemos dado un juego esta tarde en tu campo que han temblado las gradas del Calderón. Tu equipo te ha echado de menos en su victoria. Eso si ha sido triste y no las llanuras de mi cabeza.
Y Perucho añadirá: Eres un poco Gilipollas!

Y tú de nuevo, con tu típica cordialidad, comentarás: No tengo nada que decir respecto a este comentario.

Pecobeg te ofrecerá a su hija, niña docta en estos quehaceres, Pacoide y prince te harán bocetos del resultado de nuestra idea, pero tú, siempre sin perder los nervios, marcharas fingiendo el deber de atender otros asuntos.

Guardiola, agradecemos esta entrevista imaginaria que nos has concedido en mi mente.
Pero insisto, RÁPATE y serás perfecto.
No lo hagas y serás un Lu. Un consejo gratuito de pecoroides.