Cierto día de primavera 1508 los temporeros decidieron reunirse para discutir su precaria situación laboral. Nadie parecía del todo contento, pues múltiples eran las quejas contra los reyes; su trato ruin, su desprecio, sus gritos, su inhumanidad… Fue por ello que Elías Beltrán, uno d
e los temporeros de mayor antigüedad y abogado de causas perdidas, decidió informar al Consejo de reinos asociados de la situación, pues parecía aquello una opinión bastante generalizada entre los temporeros, y si los reyes no sabían reinar sin conflictos, era en el Consejo dónde se debían tomar las medidas necesarias al respecto, como había pasado en tres reinos mas allá, donde el cuello del monarca y el filo del hacha del verdugo se habían fundido en un precioso fluir sanguíneo…
El Consejo ya había logrado desposeer a más de uno de su cabeza, por lo que
Ambos monarcas sintieron algo de temor al conocer la noticia de la inminente y poco deseada visita.
En menos de 10 días el Consejo se personó en aquellos famosos viñedos para comprobar con sus propios ojos la situación denunciada por Elías. Pudo confirmar algunas de las acusaciones realizadas por aquel hombre, pero faltaba la parte de mayor importancia; el TESTIMONIO DE LOS propios TEMPOREROS.
Lejos de las miradas de los reyes, preguntó uno a uno a todos los curritos de las viñas. Parecía que la victoria iba a caer sobre aquellos campos. Era sencillo, solo tenían que contar cómo eran “recompensados” sus esfuerzos y aquel Consejo se encargaría de tomar medias suficientes para mejorar tantas injusticias… Sería un acto totalmente anónimo y, por si a alguno preocupaba se aclaró que los denunciados jamás se enterarían del nombre de sus acusadores.
Pero el anhelo de Elías quedó frustrado. Algunos trabajadores tenían prisa por marchar a su hogar y no esperaron su turno con el Consejero, otros no tenían ganas de hablar y se ausentaron, otros aparentaron trabajar en condiciones dignas, otros pasaron del tema porque despreciaban a Elías por crear revuelo… Y solo unos pocos arroparon debidamente la denuncia. El Consejo no pudo hac
er nada pues le faltaron testimonios suficientes para ejercer su veto a aquellos reyes y Elías apareció muerto entre las viñas. Nadie pudo demostrarlo, pero todos dicen que fue el mismo Rey quién bajó de su trono y clavó tres veces su espada at
ravesando primero la columna, después el corazón, como digno merecedor del apelativo de cobarde.
En honor a Elías.
e los temporeros de mayor antigüedad y abogado de causas perdidas, decidió informar al Consejo de reinos asociados de la situación, pues parecía aquello una opinión bastante generalizada entre los temporeros, y si los reyes no sabían reinar sin conflictos, era en el Consejo dónde se debían tomar las medidas necesarias al respecto, como había pasado en tres reinos mas allá, donde el cuello del monarca y el filo del hacha del verdugo se habían fundido en un precioso fluir sanguíneo…El Consejo ya había logrado desposeer a más de uno de su cabeza, por lo que
Ambos monarcas sintieron algo de temor al conocer la noticia de la inminente y poco deseada visita.En menos de 10 días el Consejo se personó en aquellos famosos viñedos para comprobar con sus propios ojos la situación denunciada por Elías. Pudo confirmar algunas de las acusaciones realizadas por aquel hombre, pero faltaba la parte de mayor importancia; el TESTIMONIO DE LOS propios TEMPOREROS.
Lejos de las miradas de los reyes, preguntó uno a uno a todos los curritos de las viñas. Parecía que la victoria iba a caer sobre aquellos campos. Era sencillo, solo tenían que contar cómo eran “recompensados” sus esfuerzos y aquel Consejo se encargaría de tomar medias suficientes para mejorar tantas injusticias… Sería un acto totalmente anónimo y, por si a alguno preocupaba se aclaró que los denunciados jamás se enterarían del nombre de sus acusadores.
Pero el anhelo de Elías quedó frustrado. Algunos trabajadores tenían prisa por marchar a su hogar y no esperaron su turno con el Consejero, otros no tenían ganas de hablar y se ausentaron, otros aparentaron trabajar en condiciones dignas, otros pasaron del tema porque despreciaban a Elías por crear revuelo… Y solo unos pocos arroparon debidamente la denuncia. El Consejo no pudo hac
er nada pues le faltaron testimonios suficientes para ejercer su veto a aquellos reyes y Elías apareció muerto entre las viñas. Nadie pudo demostrarlo, pero todos dicen que fue el mismo Rey quién bajó de su trono y clavó tres veces su espada at
ravesando primero la columna, después el corazón, como digno merecedor del apelativo de cobarde.En honor a Elías.
9 comentarios:
Lo q nos pasa al final nos va a estar bien merecido porque cuando se nos da la oportunidad d "cortar la cabeza real" no la aprovechamos, ya ves, por no escribir un poco más cuando se debió. A ver si se cree todo el mundo q la consolidación para todo el año va a caer del cielo sin mover un dedito, ni huelga, ni quejas, ni nada....
YA TE DIGO. VALE QUE NO QUIERAN HUELGA... VALE QUE NO PAREN CADA 60 MINUTOS SOLO 5...VALE QUE TENGAN TEMOR...PERO ESTO? ALGO TOTALMENTE INOCUO Y SALUDABLE???
TODOS A LA HUELGA, A LA HUELGA GENERAL!!!
Dáis demasiadas cosas por sentado pécoras pecoricias!!! No véis más allá de vuestros escotes. El admirador os espera a la vuelta de la esquina y vosotras miráis tan corto!
Os estoy mirando, respiro en vuestra nuca.
Ya decía yo que notaba una corriente de aire rara...
OYE, QUE HOY SON LOS GRANJEROS ACUÉRDATE.
cierto, quiero ver la cara de la otra d Tito cuando le oiga liándose cn la morenaza
Un asqueroso tia. MAria(rubia) le contó a pIedad lo que se iban a fugar y el otro se pillo un mosqueo que las metió a las dos en el coche y dice la morena, ¿pero no os ibáis? Y dice él, Quien te ha dicho eso te ha mentido.
MAs cerdo.
Sin embargo, David... pobre.
es un asqueroso d mucho cuidado, con ese cuerpo escombro q tiene... Hoy tenían debate en la Cuatro sobre él pero ya sabes, mi niño y Bob Esponja han decidido lo q se veía....
Viéndolo! Además que curioso, te lo acabo de escribir y justo veo que salen..
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