Tras convivir desde mediados de septiembre con una adorable familia de una ciudad cercana a Madrid, les tuvo que dejar por motivos de salud, suscitando miles de lágrimas con su marcha. La separación de su anterior dueño produjo un gran cambio emocional en
un pequeño niño (llamémosle J), pues sus grandes ojitos color miel comenzaron a brillar con gran intensidad tras mirarle por última vez. Pese a aparentar enfado, estaba envuelto en una profunda tristeza que culminó tras cerrar la puerta de la que fue la casa del conejo y escuchar como el ascensor descendía, alejando a Alejandro de su lado. Afortunadamente es un niño fuerte (a la par que bello). No olvidará a Alejandro, de hecho, puede visitarle cuando quiera, pudiendo así ver a su vez al que es su nuevo amigo.
Pero lo que es tristeza por un lado, ha supuesto una alegría
por otro, pues su nuevo dueño, (de inicial A) ha recibido con gran entusiasmo la misión encomendada por J. de acoger al conejo, al que cuidará con gran afecto mientras dure, que serán muchos años. El joven niño, de blandosidad inusual, ha considerado con gran madurez mantener intacto el nombre de su nueva mascota para facilitar su adaptación al nuevo entorno donde le dará cobijo. Con gestos tan desinteresados logrará congeniar con Alejandro sin problemas, al igual que ya supo hacer anteriormente con su antiguo propietario.
Esp
eremos duren muchos años el conejo y la amistad de ambos niños.
un pequeño niño (llamémosle J), pues sus grandes ojitos color miel comenzaron a brillar con gran intensidad tras mirarle por última vez. Pese a aparentar enfado, estaba envuelto en una profunda tristeza que culminó tras cerrar la puerta de la que fue la casa del conejo y escuchar como el ascensor descendía, alejando a Alejandro de su lado. Afortunadamente es un niño fuerte (a la par que bello). No olvidará a Alejandro, de hecho, puede visitarle cuando quiera, pudiendo así ver a su vez al que es su nuevo amigo.Pero lo que es tristeza por un lado, ha supuesto una alegría
por otro, pues su nuevo dueño, (de inicial A) ha recibido con gran entusiasmo la misión encomendada por J. de acoger al conejo, al que cuidará con gran afecto mientras dure, que serán muchos años. El joven niño, de blandosidad inusual, ha considerado con gran madurez mantener intacto el nombre de su nueva mascota para facilitar su adaptación al nuevo entorno donde le dará cobijo. Con gestos tan desinteresados logrará congeniar con Alejandro sin problemas, al igual que ya supo hacer anteriormente con su antiguo propietario.Esp
eremos duren muchos años el conejo y la amistad de ambos niños.













7 comentarios:
es un peluche andante, aquí le tengo sentado en las piernas mientras ando en el ordenador y tan pancho. Te mandaré fotos para q vea J su adaptación. Por cierto, como le gusta comerse mis libros, es todo un gourmet, el último uno de Lorca
Deberíamos cambiar el dicho de ratón de biblioteca a conejo de biblioteca. Este año te lo llevas en el bolsoide al cat y lo dejamos suelto pastando a su libre albedrío por los despachos...
buena idea! q se coma los expedientes! y esos informes de salud laboral y algún mal nacido no quiere entregar a quien debe
leída carta a Lucifer, yo le pondría carta a Luiscifer. Y no pienso como tú, ni mal parto, ni mala conjunción lunar cuando nació, nada de eso, la razón es sencilla, es un cabrón hijoputa!. Ponla en el foro, en la Taberna, a ver si alguien más opina como yo.
No, asi mola mas.
Cualquiera pone allí nada y les da pie a que me acorralen cual niños malvados en patio de colegio.
No le leeves al CAT que alguna se lo come!
no hay más q ver esas cinturitas q se gastan las de la tartera a las 2... Quita, quita, con lo mono q es, lo despellejan y asan en la sala de los camiones en un pis pas.
YA TE DIGO MOÑIGO...
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