CARTA A LUCIFER

Herido Lucifer,
No sé muy bien por qué te escribo esta carta. Quizá nunca la leas, pero es posible que si te aburres allá por tu infierno, decidas husmear por internet qué se dice de ti. Este es el lugar donde encontrarás lo que andas buscando.
Hace ya algunos años que nos conocimos. No parecías mal tipo, pero supongo que era una pose fingida de amabilidad. Ahora que has mostrado tu verdadera cara debo decirte que eres tal cual se te dibuja desde los orígenes del mundo. No se te ven los cuernos, ni los dientes largos, ni eres de color rojizo, pero si puede verse tu maldad. Tampoco escupes fuego, pero nos quemas con tus decisiones envueltas en una tiranía avalada por recovecos legales. Estás solo en tu averno. No te comunicas. Nunca te ríes. No sabes disfrutar de lo mucho que tienes pero si quitándonos nuestro escaso sustento. ¿Por cuánto tiempo continuarás con esto?
Si yo fuera tú daría un giro radical a mis costumbres. Demos un cambio a ese infierno en el que te escondes. Salgamos a la calle. Hablemos con la gente. Veamos cuáles son sus problemas. Si no te interesan, finge que si simulando una conducta humana. Mantén feliz a tu entorno y obtendrás mas resultados de los que puedas creer. Pide ayuda si estás al límite. Pero no sigas por ese camino en el que te has empeñado en crear enemigos. La gente te detesta, te insulta, te evita. Ni siquiera los que parecen leales contigo son sinceros, porque simplemente son fieles a tu cargo.
Ahora estás herido de amargura, pero supongo esto no siempre fue así. Retoma tu pasado, piensa en el origen de tu actitud. Quizá fue tras llegar al Tártaro, quizá fue por algún motivo personal, quizá fuiste víctima de un duro parto…
Soluciónalo si quieres que en tu funeral rueden abundantes lágrimas saladas. Sigue así y solo obtendrás pétalos caídos de ostentosas flores departamentales.

alguien que te quiso.