
Nací hace 33 años pegado a una mano que formaba parte de un cuerpo que unido a una mente que distaba mucho de la normalidad, dábamos forma a algo parecido a un ser humano.
Resultaba bastante frustrante ser parte de un conjunto de piezas aparentemente perfectas pero guiadas por un motor tan defectuoso como era nuestro "gobernante". Nuestro nombre era Pibel, pero solo en
conjunto. Mi nombre individual era "Dedo índice de la mano derecha de Pibel" pero como era muy largo todos me conocían por DEINMADEPI.

De todos los dedos de Pibel yo era el que mas curraba, aunque DEGORMADEPI se creyese muy imprescindible. Así debió pensarlo también Pibel, y ahora os contaré a todos porqué.
Como Pibel estaba mal de la cabeza un buen día y sin decir porqué se cortó un dedo de cuajo. Era de la mano izquierda, el chiquitajo. No sabemos bien por qué lo hizo, pero si que averiguamos que le aportó un porcentaje de invalidez que le aportó ciertos beneficios sociales. Incluso pudo opositar por turno de minusvalía y se sacó plaza de Inspector de Hacie
nda!

Podía haber vivido holgadamente, pero su cabeza seguía teniendo pensamientos muy oscuros. Fue al casino y perdió todo su dinero y parte del de algunos contribuyentes a cuyas cuentas tenía acceso... Obviamente le echaron con gran deshonor de aquel curro. No le importó, pues su obsesión enfermiza estaba totalmente orientada hacía la ludopatia. Así fue como descubrió el mundo de las apuestas ilegales para personas que, como él, carecían de bienes legales para poder apostar y personas que, también como él, encontraban cierto placer en obtener entre sus ganancias otro tipo de bienes...
Conoció aun viejo prestamista que le dejó dinero suficiente para ser admitido de nuevo en el casino y alimentar así su obsesión. Pero le tuvo que dejar en prenda 4 de sus dedos, por lo que no dudó en cortarse los dos anulares, el meñique que le quedaba y el corazón izquierdo.
Sus manos resultaban muy desagradables de mirar... Tan
incompletas estaban que daban asquito, repelus...

Ilusionado entró en el Casino como todo un señor, pero como era bobo, de nuevo perdió lo prestado, lo que no paró sus apuestas, pues en un nuevo acto demente se cortó la mano izquierda y la puso en juego, perdiendo una vez mas su posesión.
Pensó que sin mano le daba igual no recuperar sus dedos dejados en prenda por lo que empezó a reír como lo que era, un descerebrado.CONTINUARÁ..
ENCONTRARÉIS PRÓXIMAMENTE EL ENLACE EN ESTE MISMO BLOG.
AMANDA ADAMS.
2 comentarios:
¿Nuevo blog? Pero de dónde sacas tantas cosas, tanto tiempo, para tener nada menos que dos blogs? ¡Dos!
Eres multiblogásmica.
PENSÉ QUE ESTE QUEDARÍA MUY PETADO SI LO INVADO DE RELATOS... PUES NADA, A POR LA PAREJITA!
HAS INTENTADO ENTRAR?
JEJEJEJEJEJE...
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